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«Benditas redes sociales»

En su primer discurso como triunfador en las pasadas elecciones, López Obrador hizo un paréntesis en lo que llevaba escrito y agradeció, literalmente, a las «benditas redes sociales» su apoyo.  Extraño en un hombre como él que confía mucho más en el boca a boca que en la comunicación virtual.

Ya pasó el tiempo de la confrontación.  Ahora es el del análisis.  Y sobre esta referencia lopezobradoriana a las redes, habrá que preguntarse en cuánto contribuyeron a su triunfo, o dicho de otra manera, en qué medida confluyeron para minimizar la presencia de Anaya y Meade.  Creo que en este segundo caso, los seguidores de AMLO -reales e inventados- fueron sumamente importantes.  Estuvieron a la caza de cualquiera que estuviera -así fuera indirectamente- en contra del candidato para vapulearlo (en ocasiones, insultarlo).

Esto es muy preocupante.  El ambiente previo a las elecciones se caldeó mucho más en las redes que en las calles.  Por otro lado, las redes demostraron que ya no se puede comprar o coaccionar el voto tan fácilmente como hace seis años.  Esa exposición junto con la agresividad de los seguidores de AMLO son el claroscuro de la «bendición» del próximo presidente de México en su primer discurso, en un hotel de la Alameda Central de CDMX.

Lo que sí no se vale es decirle «benditas» cuando están a favor y «malditas» cuando en ellas hay alguien en contra de mi proyecto, de mi campaña, de mi persona, de mi postura.  Lo que ya hay que desterrar –en la medida de lo posible– es el insulto, la antesala de la violencia física.  Creo que hay demasiada violencia física en este país como para prolongarla en las redes.  Por más «benditas» que sean.

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