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Ataque por cortesía de…

Chicago, IL.- La noche del viernes pasado Mahud Villalaz descendió de su auto frente a una taquería en Milwaukee, Wisconsin, cuando un hombre le recriminó haberse estacionado en una zona prohibida; tomando nota del reclamo, el motorista movió su vehículo a un lugar autorizado.

Villalaz regresó al negocio, pero antes de entrar aquel sujeto lo enfrentó nuevamente para gritarle que regresara a su país porque “ustedes vienen y no obedecen mis leyes… usted y su gente están invadiendo mi país” y le arrojó un líquido en la cara.

Clifton Allen Blackwell, de 61 años, fue detenido por la policía y enfrenta cargos por agresión agravada, aunque el caso sigue bajo investigación por un posible crimen de odio racial.

La víctima, estadounidense de origen peruano, sufrió quemaduras de segundo grado en la cara y de tercer grado en el cuello, además de ojos irritados. Los médicos dijeron que el agresor probablemente utilizó ácido de batería.

Este caso es otra prueba más de que la retórica racista de Donald Trump está envalentonando a los nacionalistas y supremacistas blancos.

“Los latinos en todas partes están siendo atacados. Los delitos de odio, como el de Villalaz, deben ser procesados en mayor medida por la ley. Instamos al fiscal de distrito del condado de Milwaukee, John Chisholm, a presentar cargos por delitos de odio contra el sospechoso en este caso», reza un comunicado del presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), Domingo García, y su director estatal en Wisconsin, Lupe Martínez.

El alcalde demócrata de Milwaukee, Tom Barrett, condenó el ataque y culpó a la retórica antiinmigrante del presidente Donald Trump, quien a su juicio siembra división entre los estadounidenses. «Esta ira hacia la gente de otros países está siendo alimentada por nuestro presidente y sus seguidores», aseguró Barrett. «La víctima es un ciudadano de Estados Unidos… tiene tanto derecho de estar aquí como cualquiera de nosotros».

Apenas en agosto pasado murieron 22 personas en la masacre de El Paso, Texas. El atacante dijo en un manifiesto que el tiroteo era «una respuesta a la invasión hispana de Texas».

Mahud Villalaz tiene dos hijos: Alain, de siete años, y Aayden, de cinco. «Mi hijo menor comenzó a llorar y me preguntó: ‘¿Por qué alguien te haría esto, papá, cuando no le hiciste nada?’ ¿Cómo le explicas esto a un niño pequeño?».

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