La reyerta política y mediática sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ha tenido un mantra: los aeropuertos se construyen del cielo a la tierra.
Por esos vale bien la pena revisar qué ocurre en el cielo. En la disputa entre los dos grandes fabricantes de aviones del mundo, Boeing y Airbus, hay visiones distintas sobre el futuro de la aviación.
La europea Airbus apostó con su “superjumbo” a la continuidad del modelo “Hub & Spoke”, en el cual hay grandes aeropuertos denominados “Hubs».
Los vuelos de corto y mediano alcance se dirigen a los “Hubs” en aviones chicos y medianos donde nutren de pasajeros las rutas de largo alcance operadas con aviones de alta capacidad de pasajeros, como el Boeing 747 y el A380.
Boeing, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, desarrolló el 787 Dreamliner, un avión más pequeño, ligero y eficiente que apuesta por un modelo opuesto al “Hub & Spoke”: el modelo “punto a punto”.
La irrupción de este avión ha abierto rutas directas antes impensables, entre aeropuertos que antes alimentaban un Hub. Esa una las ventajas competitivas que Boeing usa como argumento de venta. El 787 es una aeronave que está cambiando la aviación.
The industry-leading technology of the 787 Dreamliner is creating remarkable opportunities for airlines around the world and dramatically improving the air travel experience. We call it the Dreamliner effect. The airplane’s unparalleled fuel efficiency and range flexibility enables carriers to profitably open new routes as well as optimize fleet and network performance.»
Boeing
Sin entrar en las especificaciones técnicas de cada avión y cada apuesta, parece que el modelo de los Hubs va perdiendo terreno. En los últimos años la demanda de “superjumbos” se ha desplomado”.
En 2016 el A380 no recibió ningún pedido, en 2017 se cancelaron 2 pedidos y en 2018, se anunciaría la cancelación del proyecto de no haber sido por la aerolínea “Emirates”, que solicitó 36 aviones.
Glad to announce a commitment from @Emirates for 20 #A380 & 16 options, worth US$16 billion at latest list prices. The A380 has contributed enormously to the airline's growth and success while delighting passengers with a spacious, quiet cabin. https://t.co/yURhYChklZ #iflyA380 pic.twitter.com/OfyWCodzJ6
— Airbus (@Airbus) January 18, 2018
En cambio, el 787 Dreamliner, sumó 137 pedidos en 2016, 136 en 2017 y en 2018 ha sumado 106 pedidos decenas de aerolíneas distintas.
Frente a estos nuevos aires en los cielos, ¿qué modelo aeroportuario se está adoptado en México?