Casi mil millones de pesos invertidos, 2 ejes con más de 40 kilómetros de infraestructura, 150 unidades nuevas y dos paros parciales del servicio, es el saldo del primer año de operación de Qrobús.
A un año cumplido de la puesta en marcha del nuevo Sistema de Transporte Público en Querétaro, los resultados son tangibles, así como las áreas de oportunidad que esperan solventarse cuando empiecen a conectarse más ejes estructurantes.
El sistema que parecía ser humo durante los primeros días, logró alcanzar un funcionamiento óptimo con el paso de las semanas y cada vez los usuarios están más adaptados a la forma de utilizar las estaciones centrales y los carriles exclusivos, que en un primer momento eran invadidos por automóviles que deseaban esquivar el tráfico en Constituyentes y Avenida de la Luz.
En los 26.4 kilómetros que comprende el eje estructurante de Constituyentes de 1917 se puede notar mayor orden en el tránsito de vehículos y su jerarquización con prioridad para los cruces peatonales, la bicicleta, el transporte público y el automóvil.
Algunas cuestiones como los modelos de las nuevas unidades han sido tanto aplaudidos como criticados por los usuarios, por aspectos como la falta de aire acondicionado, la limpieza o la capacidad de algunas rutas que se llenan en horas pico; sin embargo, también cuentan con cuestiones técnicas como el uso de gas natural, camas bajas que facilitan el acceso desde las estaciones y paradas, cámaras de seguridad, puerta izquierda y derecha, además de la tecnología que funciona en conjunto con el sistema de semáforos y estaciones.
Sin embargo, el sistema está lejos de ser la solución completa que esperan los usuarios, debido a que el arranque de la construcción de los siguientes dos ejes no ha comenzado, en muchas zonas de la ciudad impera el sistema tradicional de transporte público y no existe una interconexión entre los ejes.
Aunque esto podría solventarse, los problemas radican en que los accidentes en donde se involucra al transporte público no solo no han podido erradicarse, sino que se han presentado incidentes más graves, lo que hace perdurar la sensación de malas prácticas de manejo por parte de los operadores.
Las tarjetas de prepago han logrado permear en la mayoría de los usuarios; sin embargo, aún hay usuarios sobre todo en las zonas más alejadas, que prefiere utilizar efectivo ya sea por tradición o por la falta de puntos de recarga efectivos para las tarjetas de Qrobús, las cuales han alcanzado 1 mil 100 sitios.
Finalmente, durante el primer año de operaciones se han registrado 2 paros parciales en la prestación de servicio, el 2 de marzo y el 10 de octubre, ésta última como un recurso de los concesionarios para presionar la aprobación de una tarifa cercana a los 15 pesos, a lo cual el gobierno estatal no accedió, aunque aún se revisa el tema en las mesas de negociación.