Les comparto esta fotografía que tomé del cometa C/2025 A6 (Lemmon). Salir a cazar cometas es algo difícil de describir…
Es esperar en la oscuridad, es escuchar el frío, es sentir el silencio del cielo. Es estar consciente de que uno está mirando algo que no pertenece a nuestro mundo, sino a una historia más antigua que nosotros mismos.
Este visitante viene desde las regiones exteriores del Sistema Solar, portando polvo y moléculas que se formaron en los primeros momentos de nuestra historia cósmica.
El tono verde que observamos en la coma proviene de la excitación del carbono diatómico (C₂) y del cianógeno (CN) al interactuar con la luz del Sol. La cola, ligera y extendida, está moldeada por la energía del viento solar que empuja las partículas despedidas del núcleo.
Los cometas son restos de rocas y elementos pesados, que no se integraron en la formación de planetas. Pero que contienen agua, o elementos congelados que se desgasifican y cuando se acercan al sol, se subliman yendo de lo sólido a lo gaseoso y así, se forma la cola o cauda del cometa.
Observarlo es un recordatorio de que todo en el Universo está en movimiento, y que también nosotros viajamos, giramos y regresamos, siempre alrededor de la misma estrella.
Telescopio Takahashi
Cámara ZWO ASI 2600 Duo
Montura ecuatorial AM5 ZWO
Exposiciones: 15 x 20 segundos (5 minutos totales)
PixInsight + Lightroom
Huichapan, Hidalgo, México “El Pathecito”
Braulio Guerra Urbiola

