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El limbo solar

Les comparto esta foto que hice del Sol. Lo que arde no son llamas, sino átomos de hidrógeno fusionándose a 15 millones de grados en su núcleo, creando helio y liberando energía en forma de luz y calor. Desde 150 millones de kilómetros de distancia, esta energía sostiene la vida en la Tierra… y también la asombra. El Sol es un reactor cósmico.

Pude captar una sección del limbo solar donde emergen prominencias: arcos de plasma solar que se elevan por encima de la superficie. A diferencia de las llamaradas solares, que son explosiones intensas de energía y radiación, las prominencias son más lentas y estructuradas, a veces durando días, dibujando bucles magnéticos.

Las manchas solares visibles en este día pertenecen a las regiones activas 4153 y 4154, áreas con campos magnéticos intensos que inhiben la convección y hacen que la temperatura local descienda, oscureciendo el área en el espectro visible, es por esa razón que puedes observar manchas negras.

El Sol está vivo, en ciclos, en tormentas, en respiraciones de plasma. Y cada imagen de su superficie es un poema que escribe la física.

Pensamos a veces que solo de noche podemos ver las estrellas, pero no, de día también, ahí está nuestra estrella, el Sol.

Hay otras estrellas, iguales o mucho más grandes que nuestro Sol, que parecen inalcanzables, y así es por el momento. Quizá tendrían que pasar muchas generaciones enteras para ir a la siguiente Estrella después del Sol, Próxima Centauri, que está a 4.2 años luz, o sea a, 9.460.730.472.580,8 kilómetros. Y solo es una de 400 mil millones en nuestra Galaxia.

Datos técnicos:
Telescopio:Lunt 60 mm Solar System
Dobble Stack
Montura: AM5 ZWO
Cámara: 432ZWO
2000 frames video 25”
Autostaker, ImPgg, Pixinsight, PS.
Invertido
Obsevatorio: La Azotea de Orión
Querétaro, México.
Braulio Guerra Urbiola.
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