Era una noche de octubre de 2019… las nubes de tormenta se colocaban por encima del parque de diversiones. El viento soplaba, haciendo crujir las ramas de los árboles y el acero de las vías de la montaña rusa.
A lo lejos, se podían escuchar los gritos de terror y los aullidos de las criaturas encerradas. Por un largo pasillo, los valientes entraron a la Casa del Terror en medio de la oscuridad, esperando que pudieran salir para contarlo.
Al entrar, rápidamente se detecta el aroma a tierra de las tumbas recién escarbadas y humo del motor de las sierras eléctricas. No falta el sonido de fuertes golpes contra la pared ni los lamentos de los espíritus que no han encontrado paz.
El Parque Bicentenario, abre las rechinantes y pútridas puertas de su nueva atracción: La Casa del Terror. Construida sobre la antigua pista de carritos chocones en la que, se dice, ‘más de uno perdió la vida’, la casa cuenta con 12 salas y 400 metros cuadrados de superficie ‘embrujada’.
Los escenarios hacen tributo a los grandes clásicos del horror: desde los monstruos de antaño como el hombre lobo, hasta El Exorcista, la Masacre en Texas, Poltergeist y muchos otros.
Todas estas creaciones estuvieron a cargo del escultor queretano William Nezme, director del estudio ILL Cubo Creations, quién ha trabajado con el estudio de televisión FX y el afamado Guillermo del Toro. Esto quiere decir que podrás apreciar todos los detalles cuando los monstruos griten en tu cara.
Desde hoy, las puertas de la Casa del Terror quedan abiertas para todos los visitantes del parque que se atrevan a entrar. El camino que debes seguir a la salida es confuso, lleno de giros inesperados y la continua decisión entre si cruzar o no el obscuro umbral hacia “el otro lado”.
Incluso cuando, al entrar, eres advertido que estarás a salvo de todo peligro… siempre estrás acompañado.