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Querétaro, sísmicamente activo

El sismo del pasado 19 de septiembre dejó en claro que Querétaro se encuentra sísmicamente activo. Y no solo eso, se encuentra en una fosa que registra hundimientos.

De acuerdo a un documento publicado en el año 2000 por el Instituto de Geología de la UNAM, Campus Juriquilla denominado “El Graben de Querétaro, México, Observaciones de Fallamiento Activo”, la ciudad tiene fallas normales al occidente y oriente respectivamente al igual que al norte y sur lo cual fue reportado como sísmicamente activo y ya había reportado actividad sísmica de hasta 3.0 grados durante enero y febrero de 1998 y en 1887 en Pinal de Amoles de 5.3 grados.

Los agrietamientos y hundimientos en el terreno de la parte occidental de la ciudad de Querétaro se asocian a una falla que cruza la ciudad y a la compactación diferencial de sedimientos por la sobreexplotación del acuífero de Querétaro, la cual es visible a simple vista en avenidas como 5 de febrero.

“Estas grietas y la subsidencia del terreno han ocasionado daños importantes a la infraestructura urbana, tales como deformación de vías importantes de comunicación como es el caso de la Avenida 5 de Febrero y daños a construcciones. La deformación del terreno en este sector de la ciudad sigue una trasa NNw-SSE y conicide con la ubicación de la falla Santa Rosa Jáuregui-Olveras”, dice el texto.

En el texto se señalan múltiples fallas entre las que destacan las de Santa Rosa Jáuregui-Los Olvera, La Solana-Querétaro, Jurica, Centro Sur y 5 de febrero, no obstante se señalan fallas normales en comunidades como Tlacote, Obrajuelos, Balvanera, Cimatario, Amazcala y zonas volcánicas inactivas en La Joya, San José El Alto, Los Cues y Cimatario.   

“El fallamiento NNW-SSE es considerado potencialmente activo en base a sismicidad reciente en una de las fallas con esta orientación cercana a Sanfandila, Querétaro y que corta a fallas del sistema ENE-WSW. El fallamiento ENE-WSW pertenece al sistema intraarco del Cinturón Volcánico Mexicano que es también considerado sísmicamente activo”, se explica.

La frase “en Querétaro no tiembla”, no tiene de hecho, ningún fundamento, pues a pesar de que no se ha registrado un epicentro sísmico en Querétaro en fechas recientes y el de los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre fueron en Oaxaca, Puebla y Morelos, “El Graben de Querétaro”, muestra claramente que la posibilidad de experimentar una situación similar es alta y latente, no obstante, la infraestructura de la ciudad y la cultura de protección civil no ha sido trabajada como en otros estados del país como la Ciudad de México.

“No se descarta la posibilidad de que alguna de las fallas del graben de Querétaro y su periferia puedan reactivarse en cualquier momento, como fue el caso de la falla Sanfandila, lo que implica un riesgo para la población e infraestructura urbana de la Ciudad de Querétaro y comunidades cercanas”, advierte la conclusión del estudio.

 

LAS FALLAS DE QUERÉTARO:

         Santa Rosa Jáuregui-Los Olvera.

         La Solana-Querétaro.

         Jurica

         Centro Sur

         5 de febrero,

GRABEN –Definición.

Una fosa tectónica o graben es una larga depresión limitada en ambos lados por fallas normales paralelas, que dejan bloques elevados (horst) y entre los cuales el terreno se ha hundido por fuerzas internas.

 

Redacción El Queretano

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