“Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y seguía tras la bestia… Apocalipsis 13:3”
Con tanto color vino, la monopolización de la información por parte del Gobierno Federal, con esta prisa que el gobierno tiene por eliminar el vestigio de los gobiernos neoliberales, casi se nos olvida que dejaron al dinosaurio al borde de la extinción.
Luego de algunos tropiezos, quizá todavía desorientados por la tunda que puso morena en las urnas, el Partido Revolucionario Institucional está de vuelta como le gusta, bueno como la única forma que le queda para convocar, acaparando los reflectores de la prensa nacional, hasta la prensa Rosa.
La prensa rosa que se volvió loca con las fotografías en Madrid de Enrique Peña Nieto con la Modelo potosina, luego la confirmación del divorcio, el secreto a voces que finalmente fue confirmado por Angélica Rivera, después Peña dejó de seguir a su ex en instagram… y ahí está el partido en la prensa nacional, incluida la rosa y bueno ya saben en qué va la telenovela.
Todo esto preparó el camino para un terso regreso a los reflectores con algo de dignidad, a ocupar el puesto clave que podría encumbrarlos hacia un papel más digno en las elecciones intermedias.
Y quizá esto, junto con 91 años a cuestas, de los cuales ha estado en el gobierno durante 76, en este próximo aniversario que será el 4 de marzo, se espera que se anuncien las reglas del juego.
Estamos hablando de la Secretaría General del Partido, que actualmente preside Claudia Ruiz Massieu, cargo que dejará en agosto próximo.
Y se habla de que se hará una refundación de tal suerte que el PRI, como lo conocemos ahora dejaría de existir y cambiar el nombre (cosa que ya sucedió, pues primero se llamó Partido Nacional Revolucionario (PNR), luego como Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y a partir de 1946 es como lo conocemos actualmente.
Muchos han levantado la mano abiertamente, otros lo han hecho por ellos, pero el todavía PRI, debe tener mucha cautela en elegir los perfiles que contienden para tomar el destino del tricolor.
Los ex gobernadores Ivonne Ortega y Ulises Ruiz, el Senador Miguel Ángel Osorio Chong, el actual Gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, de quien se comenta incluso pediría licencia al cargo y, recientemente “subido” a la contienda el exrector de la UNAM y exsecretario de Salud, José Narro.
Ahí están claros los perfiles, todos los conocemos, algunos manchados con corrupción dentro de sus gobiernos, otros apoyados por un expresidente, otros por no ser priistas y así, de la destrucción el Partido Revolucionario espera recobrar la confianza de un electorado que la pasada elección se los quitó de encima, como quien espanta los bichos. Al tricolor le queda fundar sobre la tierra descompuesta (al final abono), o morirse con la suya. Matar o morir.
Tiene que ser, por primera vez un contrapeso una oposición digna, evitar la polarización, desengancharse de la intolerancia, del estigma… no le queda otra o será engullido por la cuarta transformación, que ya se está devorando lo que queda del PRD, y seguro tendrá hambre de lo que queda del PRI.
Matar o morir o convertirte en lo que más odias, es lo que le queda al PRI.
Tiempo al tiempo.
