Mauricio Ortiz Proal | Delegado del CEN del PRI en Nuevo León
Si las funciones encomendadas a este Centro son las de penetrar las estructuras criminales para poder desplegar un combate más eficiente en contra de la delincuencia, creo que puede ser de utilidad.
Si, por el contrario, en fecha próxima empiezan a existir filtraciones de información respecto a diversos personajes públicos, entonces estaremos ante la inminente perversión de una buena idea.
Que la inteligencia sirva para procurar la seguridad y tranquilidad que demandan y merecen los queretanos, si se convierte en un ariete de espionaje político, serán lamentables tanto los resultados como las probables consecuencias.
Martín Arango García | Vocero del CDE del PAN
Para todo Estado resulta trascendente la realización de trabajos de inteligencia que le permitan avizorar riesgos para la ciudadanía y su seguridad; sin embargo, existe desconfianza en la operación de los centros de inteligencia del Estado porque hemos sido testigos del mal uso que innumerables gobiernos les han dado.
La política en este siglo XXI exige el uso de tecnologías para resguardar la seguridad social pero también exige que los procesos bajo los que se realizan sean respetuosos de los derechos humanos, el debido proceso y el derecho a la intimidad. Todos los gobiernos cuentan con centros de inteligencia, pero en Querétaro se ha dado un paso hacia delante para transparentar el uso que se le da a estas instancias gubernamentales, que es lo mínimo que merecemos los ciudadanos.
Norman F. Pearl Juárez | representante de Morena ante el IEEQ
La operación de un CISEN estatal (Queretano) es un absurdo contundente.
Para empezar, no se puede priorizar una “agencia de inteligencia” sobre programas sociales ingentes. El establecimiento de una oficina, equipos diversos, personal y una capacitación dirigida, sería costosa y en detrimento de un presupuesto que debe canalizarse para beneficio social. Los caprichos del poder pueden esperar, el 31% de la población en franca pobreza no.
Ha quedado demostrado en los hechos que la eficiencia en la persecución del delito por parte de instituciones similares es tan baja que inhibe su instalación. El CISEN nacional fracasó de tal manera que será eliminado por el virtual presidente electo.
Muchos gobernantes han caído en la tentación de usar éstas instancias para utilizarlas de manera facciosa, espiando a opositores políticos y activistas sociales. La ciudadanía deberá evitar dar herramientas “legales” a potenciales verdugos que vulneren su derecho a la privacidad.
