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¿Eres Queretano 100%? Tal vez tus orígenes sean de un esclavo

Poco reconocida, incluso evadida, pero las calles y monumentos de Querétaro cuentan sobre la tercera raíz de sus habitantes: la raza negra.

Incluso el ícono monumental de la ciudad, el majestuoso acueducto, lleva en cada pilar la historia de la mezcla entre españoles peninsulares de tez blanca, indígenas y mulatos africanos de piel negra que llegaron a la ciudad en calidad de esclavos, por lo que, de acuerdo a la Doctora y Catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAQ, Olivia Solís Hernández, es razonable que la mayoría de los queretanos, tengan este origen.

“Su presencia ahí está, en las pinturas, en la parte cultural, en el lenguaje, en la música, en la forma en la que incluso caminamos, cosas por el estilo. De pronto decimos: ‘ah, eso es de origen negro.’ En el texto que compuso Antonio de Navarrete para las fiestas conmemorativas de la llegada del agua potable a Querétaro, cuando se construyó el acueducto, él sí menciona tanto el trabajo de los esclavos, como el trabajo de los indios en la construcción del acueducto; entonces, ahí están”, explicó la doctora.

Tras realizar un trabajo de investigación con censos de la corona española y revisar los archivos notariales de la ciudad en el siglo XVIII, la Doctora pudo constatar que la llegada de esclavos a México, así como las transacciones de compra venta de los mismos fue una práctica no solo común, lo cual publicó en su trabajo de Antología Documental.

“No causa solo extrañeza, sino que también causa un cierto rechazo, por varias razones, por un lado la idea de que el negro, casi todos los que vinieron, vinieron en condición de esclavos, entonces asumir que en nuestros orígenes hay negros, es asumir que venimos de esclavos y por el otro lado, toda esta valoración que se hace de la negritud en sentido despectivo, por la idea de que lo blanco era lo superior y lo negro era lo inferior, entonces cómo voy a asumir que vengo de algo inferior. El racismo estaba a todo lo que daba y se decía: ‘no, eso no, en Querétaro somos cristianos, católicos y no esa mezcla no deseable’”, dijo.

El esclavismo en el Querétaro virreinal fue una institución tan activa como su economía. Ambos rubros iban de la mano, ya que los esclavos eran utilizados como mano de obra, en las zonas rurales para la agricultura y en la zona urbana para tareas domésticas.

“El precio de un esclavo va a estar dado por el sexo, la edad y el periodo de vida en el que estén, por ejemplo, las negras casi siempre son más valiosas porque permite la reproducción de la esclavitud, porque una manera de ser esclavo es por nacimiento; una esclava joven, su precio puede alcanzar hasta 400 pesos, que en aquel tiempo era mucho dinero y en la medida en la que te vas haciendo vieja va bajando el precio de la pieza de esclavo y va bajando porque ya no te puedes reproducir y porque la fuerza de trabajo ya no es la misma”, comenta.

Tras la abolición de la esclavitud en la época de independencia, proliferaron los matrimonios de personas de color con parejas de tez blanca o mestiza como una “Estrategia de blanqueamiento”.

“Durante el periodo colonial y más claramente a partir del siglo XIX con la abolición de la esclavitud, hay una tendencia al blanqueamiento, o sea, de lo que se trata no es ni de reproducir la institución esclava, ni de perpetuar esta condición de desigualdad a partir de la condición de la piel; entonces, una estrategia que se utiliza para subsanar esta condición es el matrimonio mixto, yo me caso con alguien que esté en una posición social mejor que la mía, ya sea con indígenas, españoles castizos o peninsulares, esta tendencia es muy clara en los libros de registros parroquiales porque apuntaban la calidad de los contrayentes”, dijo.

La tercera raíz en México

  • Los sones, la huaracha y la cumbia tienen origen en la tercera raíz.
  • Los esclavos tenían varios procesos de compra venta: la ruta más común tenía tres transacciones: El puerto de Veracruz, la Ciudad de México y su destino final como Querétaro.
  • Un esclavo podía alcanzar su libertad en caso de que le fuera concedida por su amo en agradecimiento por su trabajo leal. Muchas veces el amo marcaba en su testamento la liberación de sus esclavos a su muerte.
  • En muchas ocasiones una madre negra ahorraba durante años para comprar la libertad de sus hijos.
  • Aunque la Iglesia Católica lo prohibía, muchas familias de esclavos eran vendidos por separado y jamás volvían a verse.
  • Las familias ricas proporcionaban esclavos como parte del ‘dote’ que la mujer aportaba al matrimonio.
  • Los esclavos llegaron a heredar bienes como solares, terrenos y hasta casas de sus amos.

Redacción El Queretano

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