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Redacto, luego existo

Escribir es una actividad de vital importancia en el desarrollo de las diferentes culturas en la humanidad, es también, por si sola, la expresión de una colectividad, por medio de la manifestación de creencias y sentimientos comunes, que muestra a sus semejantes el drama universal en el que todos vivimos, convirtiéndose en un reflejo dependiente de la personalidad del creador, su capacidad evocadora, las percepciones personales que tiene del mundo y su modo de ver e interpretar las cosas.

Es por eso que instituciones como Bravo por el Arte, dan un paso adelante, en la promoción de esta importante herramienta, teniendo como finalidad participar en la construcción de una sociedad activa usuaria de la cultura escrita, impulsando, bajo el marco de la celebración de su festival “Bravo por los libros y los niños”, la creación de un cuento con tal de que los pequeños de aquella comunidad, generaran conciencia de la importancia de la comunicación escrita.

“El interés reflejado por los niños, dio como resultado la recepción de por lo menos 50 escritos, de los cuales nos fue complicado seleccionar algunos con la intención de que ustedes, amables lectores de EL QUERETANO, pudieran conocer el sentir y la perspectiva de la vida que tienen los niños de una comunidad como la nuestra, invitándolos a  que, a través de sus inocentes líneas, conformen un panorama de su día a día …” comento Paola Méndez, directora general de Bravo por el Arte.

“LA NIÑA ALEGRE” un cuento de Carol Moran Mayorga

Había una vez en una comunidad donde el agua era muy escasa y la población un poco grande era conocida como un pueblo mágico porque contaba con un lugar muy bonito que toda la gente quería conocer una presa en medio de dos montañas ahí vivía una niña muy bonita llamada Ana.

Ana era una niña muy sana que le gustaba practicar el futbol y por las tardes salía a caminar con su mamá a ese lugar mágico, para Ana todo era felicidad entre juegos, risas y estudio esta era la vida de Ana.

Hasta que un día llegó a la comunidad una enfermedad llamada hepatitis tipo B la cual le dio a Ana comenzando con mucha temperatura, debilidad y con ojos amarillos al hospital Ana fue a dar, todos se preguntaban cuál era la razón por que Ana se había enfermado, si su mamá era muy cuidadosa con ella con muchos cuidados de los doctores y de su mamá Ana regreso a casa recuperándose poco a poco.

Al otro día por la mañana Ana salió a caminar como siempre lo hacía con su mamá y se dieron cuenta que alrededor de la presa había muchos pelicanos muertos, las dos se preguntaron cuál sería la causa en por qué esto estaba pasando y dieron aviso a las autoridades para saber la razón del por qué estaba sucediendo, llevándose a examinar un pelicano muerto y una muestra de agua se pudieron dar cuenta que el agua de la presa estaba contaminada y que estaba dañando tanto a seres humanos como animales que consumían de esta agua porque al parecer el agua era negra que venía de drenaje de otra comunidad junto con mucha basura. Además, cerca de ahí había algunas empresas que desechaban sus residuos peligrosos con solo olerlos causaba hasta muertes humanas.

Pero las autoridades actuaron de manera muy prudente sancionando a estas personas y multando a la persona que hiciera mal uso de este hermoso lugar.

Ana pudo vivir tranquila en su comunidad acompañada de todos de sus seres queridos cuidándose y practicando su deporte favorito así como su alimentación para seguir siendo la niña alegre…

Redacción El Queretano

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